11 oct 2015

Resumen semanal

¡Hola!

    No he publicado nada durante estos días porque pensaba que no tenía mucho sobre lo que escribir, pero pasándome las fotos al ordenador me he dado cuenta de que sí que he hecho cositas estos días. Así que voy a aplazar lo que os iba a contar de por qué he tenido tantas vacaciones y os voy a hacer un resumen de esta semana ^^.

    Cuando volvimos de Shanghái, a Manuel y a mí nos entró una especie de "depresión" que nos duró varios días. Después de estar en esa súper ciudad, llegamos a Rizhao y entendimos por qué para los chinos este lugar tiene consideración de "pueblo" pese a tener una población de casi tres millones de habitantes y 100 kilómetros de playa. Nos hundimos nosotros solos en plan "tiiiiío, en Shanghái hay tanto para hacer y aquí no hay nada blabla" y, encima, el hecho de que esos días estuviera lloviendo no ayudaba.

    Estuvimos hablando con un profesor que lleva aquí casi tres años y nos dijo que si nos quedábamos siempre en el campus era normal que tuviéramos esa sensación, que deberíamos salir más a conocer Rizhao. Que aunque no haya una gran oferta de ocio, siempre puedes encontrar algún lado donde echar la tarde. Y tenía razón. Porque la verdad es que yo siempre estaba por el campus y apenas salía "al mundo exterior" a explorar - solo los findes, y porque los profes que llevan más tiempo nos sacaban -.

     Así que nos armamos de valor Manuel y yo y por primera vez salimos solitos del campus. Fuimos a una cafetería que se encuentra en una zona llamada "la ciudad universitaria" y que se ha convertido en nuestra cafetería favorita.

    
    El café en China - al menos en Rizhao - no es muy común ni se encuentra fácilmente. Y, por regla general, es caro (unos 3€) y tampoco es que el sabor esté muy bien. Pero en este sitio en concreto sí que tienen el café bastante aceptable. Eso sí, no olvidéis que estamos en China, así que, aunque sea una cafetería, no tiene por qué tener siempre café.
  

Una de las tardes que fuimos, a falta de café, nos tomamos un smoothie de melocotón amarillo

    En nuestro afán de descubridores, también hemos probado platos un poco raros. ¿Os acordáis del sitio aquel en el que tienes que entrar por la ventana para poder acceder al bar? (Pinchad aquí para la entrada que escribí sobre eso). Pues esta semana hemos ido un par de veces y nos hemos atrevido a probar cosas nuevas. Como esto:

Carne indefinida

    Lo pedimos pensando que era cerdo y cerdo parecía ser, lo que no sabemos a qué parte del cerdo pertenecía. Sospechamos que era oreja (porque masticar la carne era como masticar chicle), pero no sabíamos cómo preguntarlo y yo preferiría comérmelo sin darle muchas vueltas de dónde podía venir.

    Además, que ya os comenté en la entrada que el sitio limpio, lo que se dice limpio, no es. Así que lo poco de escrupulosa que puede quedarle a una después de llevar más de un mes en China lo tiene que dejar en la puerta.

    Otro día nos atrevimos con esto:

Era como una especie de tortilla, pero sólo llevaba huevo

    Lo gracioso es que lo pedimos pensando que eran patatas fritas. Como no entendemos aun la gran mayoría de símbolos chinos, pedimos fijándonos en las fotografías que aparecen en el menú. Así de bien se ven las fotos  xD.

    Y hablando de comida, otro día fuimos a un KFC. Una de las franquicias de comida rápida, por cierto, culpable de que cada vez haya más chinos gordos. Pero de eso ya hablaré en otra entrada :D.





    Seguimos hablando de jalar. La otra noche fuimos a un tailandés los cinco profesores de español y la profesora italiana. Uno de los profes de español y la profe italiana habían quedado con un profesor chileno de otra universidad, que tenía ganas de conocernos.


    Como ya me da un poco de fatiguita ser "la tonta de la cámara" no hice fotos a la comida, así que no os puedo enseñar lo que comí - lo siento :( -.

Como consuelo, os puedo enseñar a la camarera
    Como todavía me queda bastante que contar, voy a hacer un súper resumen:

    El lunes por la noche uno de los franceses organizó una cena en su casa e hizo un plataco de los que te quita el sentido:

Cerdo con batata, cebolla y castaña.
  
    Al anfitrión le gusta la reflexología y da masaje en los pies gratis. A mí al principio me chocó, porque por regla general los pies es una de las partes del cuerpo que más asco le da a la gente tocar, ¿verdad? De hecho, un amigo mío es masajista y me dijo que se moría cada vez que le tocaba practicar el dar masaje en los pies en la clase. Pero bueno, la cosa es que este chico los da y yo me ofrecí voluntaria para probar.

    Al día siguiente fui a su casa de nuevo y me encantó el masaje. De hecho, hubo un momento que pensé "esto ya es obsceno de lo que me gusta". En serio, qué manos tiene ese hombre y qué relajaita fui pa mi casa.

     Otro día también quedé con una profesora estadounidense y su novio, egipcio. Estuvimos jugando a las cartas con uno de los profesores españoles y acabamos jugando a este juego rollo trivial pero que lo que tienes que contestar es preguntas sobre ti mismo:


    La gracia del juego es que le haces una pregunta a las otras personas que juegan y tienes que adivinar qué respuesta ha dicho cada uno. El móvil que aparece en la foto es porque escribíamos en el móvil para que no fuera fácil adivinar por la letra escrita.

    Y esto sigue. En otras de nuestras excursiones, Manuel y yo fuimos al mercado nocturno de la ciudad universitaria.


    Justo le hice sólo fotos a la comida, pero también vendían ropa y un montón de cosas electrónicas.


    Al final sólo compré un llavero, que necesitaba urgentemente porque tenía la llave de mi casa sola y siempre se me perdía dentro del bolso.

    En teoría, se pueden encontrar cosas a muy buen precio si sabes: punto 1) regatear, punto 2) los números en chino. Y yo no sé si ni lo uno ni lo otro, así que nada.





    Otra tarde quedamos con un estudiante de inglés y la profesora china de italiano para jugar majiang - sí, estoy muy enganchada -.

    Como estoy en plan "quiero perder peso", me fui andando hasta la ciudad universitaria (una hora de paseo) y por el camino eché esta fotillo:



    y esta:


    La verdad es que estos días que no he parado me he vuelto a enamorar de mi pueblito.

Esta es la ciudad universitaria. El local en turquesa es nuestra cafetería favorita
    
    Esta tarde jugamos al majiang "de verdad", porque el estudiante chino nos dijo que el majiang al que jugábamos nosotros se podía jugar por internet y así, pero que el majiang "real", "el de verdad", se juega como él nos dijo. Al final hicimos un híbrido porque nosotros solemos apostar dinero y el majiang "original" tiene hasta sus reglas en plan "si haces esto, cobras el doble; si le haces ganar, sólo le pagas tú; si pasa esto, no sé qué" con lo fácil que es "el que pierde le da 1rmb (0.14€) al que gana y punto". Qué complicaos son a veces.

    Después del majiang nos fuimos a cenar:


la tiranta de mi sujetador también quería salir en la foto ¬¬ V_V
    
    y aquí si puedo enseñaros lo que comimos :D :

Patatas, más patatas, verdura, más verdura. Un poco de cerdo. Y para beber, como no, té verde.


    Y, para terminar, un video de lo sencillo que son los chinos para inaugurar cosas:


    Como los videos se suelen subir con mala calidad, os pongo también una foto por si acaso:



    ¿Os imagináis para qué puede ser esta inauguración?, ¿para un restaurante?, ¿para la nueva tienda Apple?, ¿Ikea llega a Rizhao? Pues no.

    ¡Para una lechería!

    Sí, para la tienda que os comenté que abrieron al lado de mi casa y donde puedo comprar leche fresca.

Nos invitaron a una tarta tamaño ladrillo y a un yoogur de su tienda y todo.











     La verdad que son súper majos los de la tienda. Yo los adoptaba si pudiera. Igual que a mis alumnos. El otro día, cuando ya había terminado la clase, una alumna vino y me dijo "profesola, creo que te quielo :$" y es que morí de amor en ese momento. Me salté cualquier tipo de protocolo y le dije que viniera a abrazarme, porque me la quería comer a besos, vamos.

Detalle de la tarta de la inauguración

    Y ya está, ya me callo. Que para no tener nada que contar, no veas. Os dejo con esta foto de mi campus:


   Y sí, creo que se nota: la depresión post-Shanghái sólo me duró el par de días que os he comentado. Luego he vuelto a ser la mar de feliz aquí :D

    ¡Gracias por leerme! ¡Muchos besitos! ^^



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