28 dic 2015

Amistad en el extranjero - Manuel -


    Cuando te vas a vivir sola una larga temporada al extranjero, ya sea por una beca o por trabajo, creo que uno de los mayores miedos es si conseguirás tener amigos en el nuevo destino. 

    Por mi propia experiencia, tanto cuando me fui de Erasmus a Roma, como de Servicio de Voluntariado Europeo a Palermo o ahora que me vine a China, varias de las preguntas que más se me pasaban por la cabeza eran: ¿me sentiré sola?, ¿cómo será la gente que vive allí?, ¿serán amigables?

    Antes de venir a Rizhao, sólo sabía que no habría más de una veintena de profesores extranjeros y que los chinos "son muy simpáticos, pero ya te darás cuenta de que no podrás tener una relación de amistad con ellos" - lo pongo entre comillas porque eso fue lo que me dijeron, pero por suerte no ha sido así en todos los casos -. 

    También sabía que el primer semestre venían dos becarios de la universidad de Córdoba, ambos varones. Ellos dos iban a ser los únicos españoles de todo el campus y, aunque yo no soy de sólo querer estar con "los míos", sabía que al final la tierra tira y que en algún momento iba a buscar calor español y me daba miedo que al ser ellos del mismo sexo hicieran muy buenas migas y me "marginaran" inconscientemente.

    La verdad es que mi miedo a la soledad poco a poco se fue evaporando. Cuando yo aún estaba en España, la universidad me añadió a un grupo de wechat - el whatsapp chino - para los profesores extranjeros. Puse un mensaje saludando, diciendo que era nueva y poco más, y acto seguido dos profesoras me escribieron por privado por si quería quedar con ellas, pensando que yo ya me encontraba en Rizhao. 

    Una de ellas, Megann - de EEUU -, me recibió más tarde junto a su novio en su casa cuando yo sólo llevaba dos días en China y me hizo sentir súper bien. La otra chica, Yurie, la profe japonesa y que no puede ser más buena, me dijo que también era su primer año y que tenía muchas ganas de conocerme. Ambas me tranquilizaron un montón.

    Al principio, yo llegué a Rizhao con el espíritu Erasmus rollo "me voy a hacer amiga hasta del barrendero". En mi mundo ideal, a los dos días todo el mundo eramos ya amigos, salíamos por ahí y estábamos súper unidos (lo que os digo, como en el Erasmus). Pero, en realidad, los profesores aquí van muchísimo a su bola. Supongo que como muchos de ellos llevan aquí más tiempo, cada curso tienen que conocer y despedir a tanta gente que les da "pereza" abrirse a cada persona nueva que llegue. Así que, a día de hoy, después de cuatro meses, tengo una relación de cordialidad con todos los profesores extranjeros aunque sólo puedo llamar "amigos" a dos personas.

    En cuanto a los chicos españoles, poco a poco fui haciendo amistad con uno de ellos hasta que prácticamente nos hicimos inseparables. Amistad "de las de verdad". De las que llevas dos días súper enferma metida en casa y te llaman a la puerta y te sorprenden con tu yogur de mango favorito que venden en la tienda de abajo y con ganas de hacerte compañía pese a que seas un virus gigante andante.

     De las que aguantan que, estando de viaje, seas la impaciencia y el estrés hechos mujer y haya que estar listo a las 10 de la mañana porque si estás listo a las 10 y 1 probablemente no te espere y ya esté camino del metro.

    De las que conocen todos los miembros de tu familia, la historia de tus mejores amigos y los problemas con tu novio sin ni siquiera haber visto personalmente a ninguno de ellos.

    Esta amistad ha sido la que he hecho con Manuel. Hemos pasado muchísimo tiempo juntos, tanto, que los estudiantes - tan poco acostumbrados en China a una relación de amistad entre una mujer y un hombre - no paraban de preguntarnos si queríamos ser novios o si nos gustábamos, porque no entendían que siempre comiéramos y cenáramos juntos sin que haya amor de por medio.


Un estudiante nos sacó esta foto a escondidas


    Ha sido mi confidente, mi apoyo, mi compi en los momentos de cotilleo y en los muchísimos momentos de risa, y si mi experiencia en China ha sido tan buena hasta ahora ha sido en gran parte por él. 

    Hablo en pasado porque la beca de Manuel terminó el 20 de diciembre y , desde entonces, estoy "huérfana" en China. De repente, tengo muchísimo tiempo libre que antes lo llenaba dando una vuelta con él, tomando café o colándome en sus clases de chino. E incluso cuando quedo con nuestros amigos chinos para comer, se nota muchísimo su falta.


En nuestras tardes tomando café, no podía faltar esta tarta de queso y chocolate :D

    Por suerte, mi novio viene en cuatro días y se queda conmigo dos meses. Cuando él se vaya, llegan dos nuevas becarias de Córdoba y, a las dos semanas, vienen mis padres y mi hermano y estarán dos semanas por aquí. Va a ser difícil que me siga sintiendo sola - por lo menos hasta abril - pero, aún así, ¡te echo un montón de menos, Manuel! ¡ya sabes que has dejado el listón súper alto!


Foto de la cena de Navidad-despedida de Manuel

    Para estas cosas yo soy muy sentimental y me parece súper bonito que un desconocido en tan poco tiempo se convierta en alguien tan importante en tu vida. Me quedo con un montón de recuerdos, de secretos, de miradas cómplices y de momentos inolvidables. Además, muy importante, has mejorado mi vocabulario con palabras como reventona y el calificativo buenesito :D.

    Manuel, espero que nos veamos muy pronto, ya sea aquí, en Málaga, o en Membrilla, ese pueblo que también se ha convertido en mi casa porque tú estás ahí ^^.

    Muchas gracias a los que me hayáis leído y ¡felices fiestas! que en mi última publicación se me olvidó decíroslo :$

    ¡Un beso!







23 dic 2015

Qufu

¡Hola!

    Hace varias semanas fuimos a Qufu, un pueblo de la provincia de Shandong que está relativamente cerca de Rizhao (tres horas en autobús). 


Una muralla rodea el casco antiguo de la ciudad

    Qufu es muy famoso por ser la ciudad natal de Confucio :).




     El viaje lo organizó mi universidad - era gratuito :D - y fuimos a ver los tres monumentos más importantes de la ciudad: el templo de Confucio, la residencia de la familia Kong y el cementerio, donde está enterrado el filósofo. Los tres están declarados Patrimonio de la Humanidad.

Edificio dentro del templo de Confucio


Detalle del techo de una de las habitaciones
    
    Así como curiosidad, el templo de Confucio se encuentra entre los más grandes de China. 



    Tiene una superficie de 16.000 metros cuadrados y cuenta con 460 habitaciones.


Por esta puerta sólo podían entrar los emperadores

    Dentro del templo abundan las zonas verdes y los árboles milenarios.



Una personaja abrazando al árbol más viejo del templo (me dijeron que tiene más de 1.000 años)

    Con nosotros venía una guía, pero como sólo hablaba en chino no me enteré de nada.

un niño juega en las afueras del templo

    Uno de mis estudiantes intentaba hacerme la traducción pero, como es de primer año, su vocabulario está súper limitado.


Manuel, yo y dos de mis estudiantes

    Sobre las 11, un grupo de personas apareció en el templo y nos hizo una especie de baile. 
a mí estas cosas tan culturales me encantan
    
    Mi alumno - traductor me contó que esa danza la hacían delante del emperador 64 personas cuando él venía de visita, formando ocho filas de ocho personas.




    
    Se supone que este baile tiene más de 1.000 años de antigüedad.




    Lo que más me gustó fue la música que sonaba de fondo. No sé por qué, pero me transmite mucha calma las típicas cancioncillas orientales.


Amuletos chinos

    La danza se hizo en una plaza dentro del templo donde varias personas también rezaban.


Lugar donde los chinos dejan las "velas"

Una pareja enciende sus velas


    Después de visitar el templo, fuimos a la mansión de la familia Kong, donde residieron durante siglos los descendientes directos de Confucio. 

Entrada de la residencia. La puerta del edificio central sólo se abre cuando viene el presidente de la república China




    Antes de llegar, por el camino, encontramos muchas tiendas de souvenirs que estaban a ambos lados de la calle.


    Una profesora china de español que nos acompañaba - y que se ha criado en Qufu -nos aconsejó que, si nos gustaba algo, se lo podíamos decir y ella más tarde se pasaba a comprarlo. Así, podía conseguir mejores precios, porque a nosotros nos iban a cobrar mucho más por ser extranjeros.

un chico huele - no me preguntéis por qué - una pulsera hecha con huesos de melocotón

    La mansión de la familia Kong estuvo habitada por sus descendientes hasta 1937, cuando el último hasta entonces, Kong Decheng, se trasladó a Taiwan.


    En mitad de la excursión, mi móvil empezó a quedarse sin batería, así que no pude hacer muchas más fotos de la mansión :(.


    Después de la residencia de la familia Kong, nos quedaba por ver el cementerio.


    En este cementerio está enterrado Confucio y muchos de sus descendientes. No sé muy bien cómo va, pero creo que cualquier persona que se apellide Kong puede ser enterrada aquí si quiere. 

    
    Un estudiante me dijo que su abuelo materno se encontraba allí porque su apellido era Kong. Cuando le dije si todos los chinos que se apellidan Kong se pueden enterrar allí me dijo que era difícil de explicar, así que no le quise insistir.


    El cementerio lo recorrimos montados en un pequeño autobús. Puedes pasear por él, pero nos dijeron que tardaríamos como dos horas, así que todo el grupo prefirió ir en autobús.

    La pena fue que mi móvil murió y no pude sacar una foto de la tumba de Confucio :(.

 

    Algunos estudiantes rezaron delante de su tumba. Confucio es conocido como "el maestro Kong" y la profesora china de español me comentó que es común que los estudiantes le recen para que les ayude en los exámenes.

    Y esto es todo por hoy. Espero volver a escribir pronto :)

    ¡Muchos besitos!