19 sept 2016

Historias de Shanwai: el lechero, la buena gente y la pornochacha

(Esta historia está basada en lo que Manuel y yo vimos en su momento, jamás lo contrastamos con los protagonistas, así que puede ser que nunca haya pasado lo que voy a contar y sea más  bien producto de nuestra imaginación jaja).

¡Hola!

    Hoy quiero compartir con vosotros la historia de "el lechero", "la  buena gente" y "la pornochacha".

    Hace ya un año, abrieron en el campus una tienda en la que puede comprarse leche y yogur (de hecho, os lo conté en esta publicación - pincha encima -). La tienda la llevaba un chico joven, y Manuel y yo, en un alarde de creatividad, llamamos a este chico el lechero.

    Empezamos a frecuentar la tienda porque los yogures estaban muy buenos. Por regla general, después de comer, Manuel y yo íbamos a echar el rato allí. Junto al lechero trabajaba una chica, que Manuel y yo no estábamos seguros de si era su hermana o su novia hasta que la profe italiana nos confirmó que era esto último. Como la chica era súper simpática y nos trataba muy bien, se ganó el mote de la buena gente. Sí, Manuel y yo nos quebrábamos la cabeza a la hora de elegir motes jajajaja.

    El lechero y la buena gente trabajaban felizmente en su tienda. Manuel y yo, como os he comentado, íbamos casi todos los días y - como tampoco es que tuviéramos mucho que hacer - nos fijábamos en la pareja y hablábamos sobre ellos aprovechando que no nos entendían. Sé que queda muy feo dicho, pero no nos prejuzguéis que teníamos mucho tiempo libre y la vida en Shanwai no da para mucho más. Nuestros comentarios eran del tipo: "- oye, ¿te has fijado que al lechero le falta un diente? - ay, es verdad, pues le hace la sonrisa fea ahora que lo dices y ya no parece tan guapo", - "si es que una sonrisa bonita hace mucho...". 

     A veces, nos preocupábamos por su estado anímico: "¿no te parece que la buena gente está más triste hoy?". Y, otras, nos preguntábamos en qué punto de la relación se encontraban: "¿tú crees que estos habrán follao?".

    Y así, la vida de el lechero  y la buena gente pasó a ser nuestro culebrón de la hora de la siesta en la que Manuel y yo teníamos la suerte de ser los guionistas.

    Parece ser que el negocio iba bien y a los meses comenzó a trabajar otra chica. Era alta, con un cuerpazo sobre todo para ser china y sonreía con cara de picarona. Siempre nos recibía con la misma frase 'Would you like something to drink?' pronunciado con una voz de lo más sugerente. Por cierta analogía que encontró Manuel con cierto tipo de película, la bautizamos con el nombre de la pornochacha.

    Y empezaron las emociones fuertes. Un día, el lechero apareció con el cuello lleno de chupetones y Manuel y yo nos tiramos del pelo viendo como nuestra buena gente se había pervertido en cuestión de días.


    Sin embargo, la buena gente desapareció y los chupetones no menguaron. Manuel y yo pasamos de la incredulidad: "No será eso un nuevo chupetón, ¿no?"; a la indignación:  "¡¡Manuel, que está engañando a la buena gente en nuestra cara!!"

    La buena gente no volvía y nosotros ya nos esperábamos lo peor: el lechero la había cambiado por la pornochacha. Sin embargo, todo eran sospechas. Hasta que vimos una noche como ambos cerraban el negocio y la pornochacha se montaba de paquete en la moto de él y lo abrazaba. El lechero había traicionado a la buena gente y, con ello, a nosotros también. Empezamos a cogerle tirria al lechero.

    Para colmo, luego nos enteramos que no es que la buena gente fuera consciente del engaño y por eso no estaba ya en la tienda. No. Resulta que la buena gente se había marchado a su pueblo (casi un mes) y no sospechaba nada de la traición del lechero. De hecho, fue llegar ella y la pornochacha marcharse del negocio, por lo que creemos que jamás llegó a enterarse de los cuernos que tenía.

    La pareja siguió como siempre en la lechería pero, para ese entonces, ya era tarde. Entre lo mal que nos había sentado que engañara a la buena gente - porque era muy buena gente, de verdad -, y lo soso que era el chaval y el poco detalle que tenía con nosotros cuando eramos sus clientes más fieles, dejamos de ir.

    Y así termina esta historia. ¡Espero que os haya gustado!

    Besitos,




    

11 sept 2016

El día que fingí ser del centro de Cambridge

¡Hola!

    Ayer fui a otra universidad de Rizhao a hacerme pasar por inglesa. Sí, tal cual. La universidad politécnica llamó el otro día a Shanwai porque necesitaban un profesor extranjero para que hiciese de jurado en un concurso, y ahí que me propusieron. En realidad, buscaban a un nativo de inglés; pero como desde el año pasado tengo el papel de la chica de los recados - y yo, encantada, para qué os voy a engañar - pues me preguntaron si quería ir y por supuesto dije que sí.

    - Por cierto, tengo pendiente hablaros de los privilegios que se tienen en China por ser extranjero, aunque si habéis leído mi blog más o menos los sabréis -.

    A lo que iba, ayer por la mañana vinieron a recogerme en coche a la puerta de Shanwai para llevarme hasta el politécnico. 

    ((No tiene nada que ver con esta historia, pero al politécnico yo siempre lo llamo el policlínico - creo que por una parada del metro de Roma que se llama así -. Voy a estar atenta para llamarlo por su nombre, pero si se me escapa - que creo que no, vaya - ya sabéis que me refiero a él)).

El campus del politécnico

    No os puedo enseñar mucho de esta uni porque tampoco quería parecer una guiri total haciendo fotos de todo.

Preparación militar de los estudiantes de primer año

    Me llevaron hasta una sala en la que me sentaron justo en el centro de la primera fila. El concurso consistía en dos pruebas que tenían que pasar los ocho estudiantes que se presentaban: en la primera, tenían tres minutos para interpretar los datos de una tabla y dar su opinión; en la segunda, yo tenía que hacerles preguntas, durante tres minutos también, sobre un texto.


Tabla lista para ser interpretada y, sobre mi mesa, un vaso de agua caliente - como no - y mi micrófono

    Como había profesores chinos de inglés - y que hablaban muy bien - no tenía otra que venirme arriba y poner un súper acento británico que no sé de dónde me salió y que creo que le hubiera sacado dos lagrimones de emoción a la misma Isabel II.

    Una de las veces sí que se me trabó la lengua e hice un poco el tonto delante de todos, pero en general salí muy contenta y creo que me merezco el Goya por actuación en película extranjera - si es que existiera esa categoría -.

    Al terminar el concurso, una de las estudiantes se me acercó para preguntarme que de dónde era. Al contestarle que de España - y sorprenderse - me dijo que justo ella estuvo de vacaciones este verano ahí. Que estuvo en Madrid, Barcelona y, ojo, ¡en Málaga, Ronda y Mijas! <3. Yo, con mis ojos como platos, le dije que vivo en Málaga y que mi padre trabaja en Mijas y ella, que no daba crédito, me aseguró que la ciudad que más le gustó de las cinco que visitó fue Mijas - de hecho, me describió las calles y las casas con una precisión que estoy segura de que no me estaba engañando -. La verdad es que fue un momento muy chulo :').

    Y nada, al mediodía fui con Lola y Fidel al buffet de las pizzas :D. Estuve enseñándoles algunas cosillas de Rizhao y cogí trauma porque ahora hay que pagar para ir a la playa. 


Os presento a  Fidel y a Lola :D
      Yo había escuchado que había que pagar para bañarse, pero no para caminar tranquilamente por el paseo. Y, encima, no es que sea barato. Casi 10€ que piden por la entrada.

Piscina - creo que pública - y  lo que parece un hotel, al fondo, en construcción
    
    Después del paseo, hemos vuelto a Shanwai porque teníamos que hacer publicidad para que los estudiantes siguieran la página de la facultad por wechat - el FB/whatsapp chino -. 


Otra foto de Rizhao. No me digáis que no es bonita <3_<3

    Básicamente teníamos que pedirle que escanearan un código QR y ya.


Aquí estoy como las tontas con el papelito del código cogido

    También nos hicieron un par de fotos para la página web de la universidad y poco más. En fin, rentabilizando a los extranjeros:


Representación de España al estilo chino: flamenco, toreo, y un castillo que ni siquiera está en nuestro país
    
    Y nada más. Os dejo, que tengo que ensayar la canción que tenemos que bailar/cantar para la ceremonia de apertura de la semana que viene. Va a ser una americanada como un templo, de hecho, es una canción de Glee ¬¬. Menos mal que formo parte del coro y se me va a ver poquito...

    ¡Un beso enorme y gracias por leerme!








7 sept 2016

Vuelta a Shanwai

¡Hola!

    Os escribo desde China otra vez :). 

    Este verano os dije que me iba a poner al día con las publicaciones pero es hora de que lo declare oficialmente: soy una dejada de la vida. Así que, pese a que sea lo primero que desaconsejan a los que tienen blog, siento deciros que voy a seguir escribiendo de manera tan irregular como siempre U-_-.

    Hoy sólo me gustaría contar cuáles han sido mis primeras impresiones al volver a Rizhao:

    La verdad es que los días previos, en Málaga, le di 20.000 vueltas a si estaba haciendo lo correcto. Me dio muchísima pena volver a despedirme de mi familia - con lágrimas incluidas en varios casos :( - y, con lo bien que estaba ya en España, me daba mucha pereza pensar en tener que volver a habituarme a mis chinos y sus cosillas. De hecho, me entró más ganas que nunca de encerrarme en casa y ponerme a opositar, con tal de quedarme en Málaga jaja.

    También me daba miedo el volver a Rizhao y saber que no ha quedado nadie del que era mi grupo de amigos: Manuel, las Marías, la profe italiana (Mariasole), el profe colombiano (Leo) y el de francés (Christophe) decidieron en junio no seguir aquí. Así que, aunque se suponía que esta vez ir a China era más fácil que la primera vez (porque sé a lo que me enfrento: cómo es la ciudad y el campus, quién vive aquí, cómo es dar clases...) el hecho de volver a ir "sola" me daba la sensación de que tenía que empezar de 0 otra vez.

    Y, al final - como siempre -, ha sido más lo que una se imagina que lo que finalmente es.

    Fue abrir la puerta de mi casa china y sentirme como en casa. Más en casa incluso que cuando he estado en Málaga con mis padres, donde con mis 29 años me he sentido un poco parásito. Sé que si mis padres leyeran esto se iban a indignar ("¿parásito de qué?, ¿tú eres tonta?"), pero la verdad es que necesito tener ya mi propia casa. De hecho, llamadme masoca, pero estoy deseando que llegue el día en el que pueda firmar una hipoteca y decir "ya tengo mi casa". Pero a lo que iba, me encuentro bien aquí en Shanwai y creo que - por ahora - hago lo correcto estando aquí :).

    Además, a las pocas horas de llegar ya conocí a los nuevos dos becarios que vienen este semestre de Córdoba - Fidel y Lola - y el sentimiento de soledad se evaporó bastante.

    Eso sí. No puedo evitar comparar con la vida que llevaba el año pasado y me da mucha nostalgia. Ya no nos juntaremos en el comedor los cuatro españoles ni tendremos sobremesas de dos horas en la que lo mismo montábamos un gabinete psicológico profesional - qué buenos eramos criticando analizando comportamientos - que solucionábamos el mundo. Ya tampoco tendré mis paseos nocturnos de matrimonio de viejos con Manuel. Y los motes que usábamos para hablar de algunos chinos cuyo nombre desconocemos ("la lesbianorra", "el lechero" o "la pornochacha") han perdido su gracia porque ya sólo yo sé a quienes se refieren; y aunque expliques por qué ese nombre, ya no tiene la misma gracia que cuando los creaste junto a alguien.

    Pero bueno, yo voy con actitud positiva y sé que volveré a hacer amistades, a tener buenos momentos y que en dos días todo será como siempre :D

    Además, me han ofrecido un nuevo puesto con el que no voy a tener mucho tiempo para aburrirme ^^. Voy a empezar a trabajar en la oficina de Relaciones Internacionales para que intente firmar convenios con otras universidades y así traer estudiantes españoles que quieran aprender chino a la vez que enviamos a estudiantes chinos para que mejoren su español :D. La verdad es que el trabajo, a priori, me encanta. Espero que se me de  bien ^^. Ayer fue mi primer día y, eso sí, lo que vi en aquella oficina en tres horas y media da para cinco entradas por lo menos jajaja. Soy la única extranjera, por lo que estoy oyendo chino todo el tiempo y ya me ha pasado la típica situación en la que toda la oficina se ríe y yo soy la animalita que no se entera de nada y no sabe si sonreir - por sentirse parte del grupo -, y que al final, inconscientemente, pone cara de gatito abandonado bajo la lluvia. Pero bueno, a mi manera me lo paso bien _:).

    Y esto es todo por hoy :D. Cuando pueda, más y mejor.

    ¡Mucha gracias por leerme!