¡Hola!
Sé que tengo el blog muuuuuy olvidado, ¡lo siento!
Estos últimos meses me ha sido imposible ponerme a escribir. Más que nada, porque necesitaba tiempo para mí misma y para pensar, ya que veía que mi contrato terminaba y llegaba la fecha de decir si quería seguir en China otro año o no y estaba hecha un lío.
Además, mi internet de China es súuuuuuuper lento y con la VPN va más lento aún. A eso hay que sumarle que mi ordenador está pidiendo un formateo urgente porque ya no puede quedárseme pillado más veces por minuto (hace cinco años que lo compré y aún no le he hecho ninguno. Sí... lo sé, soy lo peor). Total, que he necesitado el doble de tiempo de lo normal para escribir una entrada justo cuando menos tiempo tenía.
Y tengo un montón de cosas que contaros. Estos meses que he estado calladita he viajado tanto por China (Qingdao y Xuzhou) como por el extranjero (Japón y Corea del Sur); he descubierto nuevos rincones de mi ciudad, Rizhao; he conocido a mucha gente; he probado comida que jamás pensé que comería (os digo una pista: empieza por "patas" y termina por "de pollo"); me he encontrado derrumbado, de un día para otro, a 后山 :( (hou shan, el lugar dónde se entraba por la ventana), he salido (supuestamente) en la portada de un periódico local chino que jamás he visto; he participado en una suerte de lip dub en el que giraba cual Bisbal y mi móvil y mi zapato salían volando; y, por supuesto, me han pasado mil situaciones de subrealismo chino que espero ir contando en este mes y medio que tengo de vacaciones.
¿El mejor acompañamiento para un café? ¡Uvas con tomate! |
Y, bueno, lo importante, ¡vuelvo a China! Después de veinte mil ralladas y conversaciones con unos y otros, he decidido prolongar mi estancia en Rizhao un año más. Así que sigo de profe de español :).
Hasta entonces (septiembre), tengo un mes y medio para ver a los míos y disfrutar de la tierra. Aunque lo de "disfrutar" es un decir, porque llegué el pasado día 6 y a los pocos días pillé gastronteritis y he estado mala en casa casi una semana. El día que, por fin, pude volver a comer sin problemas (anteayer), me picó un bicho y ayer terminé en urgencias para que me pusieran una inyección de Urbason. Soy un alma en pena, en serio jajaja.
Yo, que me he pasado los últimos meses repitiéndome en China "madre mía cuando vuelva a España la pechá comer que me voy a dar: queso, croquetas, ensaladilla rusa, tortilla, pizzas del domino's..." y ahora tengo mi estomago más delicado que nada V_V. Una amiga china me ha dicho que ya mi cuerpo sólo quiere comida china, y casi que puede ser. Porque cuando estuve en el buffet del hotel de Frankfurt (hacía una escala larga allí a mi vuelta), miré alrededor y me dije "¿pero dónde tienen el arroz o los bao zi? T_T".
Hasta entonces (septiembre), tengo un mes y medio para ver a los míos y disfrutar de la tierra. Aunque lo de "disfrutar" es un decir, porque llegué el pasado día 6 y a los pocos días pillé gastronteritis y he estado mala en casa casi una semana. El día que, por fin, pude volver a comer sin problemas (anteayer), me picó un bicho y ayer terminé en urgencias para que me pusieran una inyección de Urbason. Soy un alma en pena, en serio jajaja.
Yo, que me he pasado los últimos meses repitiéndome en China "madre mía cuando vuelva a España la pechá comer que me voy a dar: queso, croquetas, ensaladilla rusa, tortilla, pizzas del domino's..." y ahora tengo mi estomago más delicado que nada V_V. Una amiga china me ha dicho que ya mi cuerpo sólo quiere comida china, y casi que puede ser. Porque cuando estuve en el buffet del hotel de Frankfurt (hacía una escala larga allí a mi vuelta), miré alrededor y me dije "¿pero dónde tienen el arroz o los bao zi? T_T".
Y es que haber estado 10 meses en China me ha pasado factura. A mi vuelta, como tenía que pasar 18 horas en Frankfurt, decidí dar un paseo por el centro. Pues lo primero que me llamó la atención no fue la arquitectura tan bonita o escuchar alemán por todos lados. No, fue ver a tantos extranjeros. Había occidentales por todas partes y no podía dejar de mirarlos. Me sentí súper china. Sólo me faltó hacerles fotos o señalares y decirles laowai - "extranjero" en chino; así nos llaman -. Fue una sensación súper extraña.
Al igual que, cuando salí del avión - ya en Málaga -, y leí el cartel de "salida" fue en plan "dios mío, un cartel que entiendo :___(". Ya se me ha pasado, pero los primeros días fui súper feliz por poder entender todo lo que leía en todos lados.
Y, la verdad, también estoy contenta porque antes de venir pensaba que se me iba a hacer duro llegar a casa. Ya sabéis, que si choque cultural inverso, que si síndrome del viajero... pero la verdad es que me siento bien aquí. También puede ser porque sé que es algo temporal y que en septiembre vuelvo a China. Quizás si ya me tuviera que quedar siempre aquí sería diferente. Pero, por ahora, sólo tuve un día de bajón rollo "jo, me iba a tomar ahora un café al coffe hall. Qué a gustito se está en mi uni :(". Y, bueno, que en China estaba acostumbrada a hablar de cualquier
Pues bueno, ya por hoy está bien, ¿no? Quiero ponerme a formatear el ordenador estos días, así que a ver si no tardo mucho para mi próxima publicación.
¡Un besito y gracias por leerme! ^^
Qué gracia lo de «¡Cuántos extranjeros!», jajaja. Ánimo, que verás como muy pronto estás jartándote de comer :)
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