¡Hola!
Según el calendario chino, hoy es día de
año nuevo. Supongo que habréis oído hablar del horóscopo chino. Ellos también
tienen 12 animales, como nosotros. Solo que “nuestro” horóscopo es un animal
por mes y en China, es un animal por año. Este nuevo año es el año del mono: se
supone que es un buen año para tener niños porque los nacidos bajo este animal
serán afortunados en su vida.
Como curiosidad, este año se prevé que haya
un “baby boom” chino; ya que, como os he comentado, el año del mono es bueno
para tener hijos pero, aparte, el año pasado fue el año de la cabra, un año no
muy bueno para tener descendencia (se supone que los nacidos en el año de la
cabra tendrán que trabajar muy duro en su vida para poder tener éxito). Además,
no sé si os habéis enterado de que en China – POR FIN – las parejas pueden
tener dos hijos, así que muchos que no se atrevían antes a aumentar su familia puede
que ahora se animen (antes tenían que pagar una multa si tienen un segundo
hijo, entre otras cosas). Como resultado, he leído por ahí que se espera que
este año nazcan en China unos 24 millones de chinos (sí, la mitad de la población española).
Anoche, los chinos celebraron lo que podríamos definir como un equivalente a nuestra Nochevieja. Tradicionalmente, esta cena se celebra con la familia del marido. Yo tuve la inmensa suerte de que una chica de la oficina internacional de mi universidad nos invitara a mí y a David a cenar. Me hizo mucha ilusión cuando me lo dijo porque creo que poder compartir una cena tan especial e íntima, con una familia china, es una experiencia única. Es como conocer la China "de verdad". Además, más ilusión me hizo que esta chica me dijera que cuando un chino te invita a esta cena es porque te considera parte de la familia (no me digáis que los chinos no son para amarlos a todos y morir de amor).
David, servidora, una estudiante coreana y nuestra anfitriona :) |
Como veis, la mesa está plagada de platos. Un plato que no puede faltar esta noche es el pescado. Su pronunciación china es parecida a la palabra "riqueza", y por ello se cree que es bueno empezar el año comiendo pescado. Tampoco el tofu puede faltar, cuya pronunciación en este caso se asemeja a "felicidad".
Nosotros no sabíamos muy bien qué llevar, así que nos presentamos con nuestra tortilla española y unos crepes con chocolate para el postre.
En la anterior foto, de arriba a abajo y de izquierda a derecha podéis ver: gambas, huevos "mágicos"*, pollo, brócoli, pulpo, setas, ternera, pescado, la tortilla, tofu, medusa con pepino (sí, medusa), más pescado y una especie de fuet de la provincia de Shandong (mi provincia).
* Los huevos "mágicos" - bautizados así por la anfitriona - son una especie de huevos cocidos y gelatinosos, color marrón. Me dijo que para hacerlos, esos huevos se meten bajo tierra durante un tiempo "and magic happens". No le pregunté nada más porque si algo he aprendido en China es que la comida se come sin preguntar qué es, qué lleva o cómo se hace.
En la cena, si no brindamos 20 veces, no se brindó ninguna. Brindamos una vez nada más empezar a cenar, pero volvimos a brindar a los dos minutos "vale, se habrán olvidado de decir algo", pensé. No habían pasado ni cinco minutos y se volvió a brindar por otra cosa. Al principio, David y yo estábamos súper perdidos, aparte de porque brindaban en chino y no nos enterábamos de nada, porque tampoco sabíamos por qué motivo se puede brindar tanto en una cena. Luego fue un poco gracioso, porque todas las conversaciones se veían interrumpidas por alguien que quería brindar sobre algo. Menos mal que era cerveza lo que estábamos bebiendo y no algo más fuerte, porque hubiéramos terminado con un colocón bueno. Hoy he leído que es muy normal brindar tanto en una cena china, pero como nada más llegar aquí muté a la cateta que nunca ha salido del pueblo, desconocía esta costumbre.
Después de la súper cena, nos pusieron un plato gigante con frutos secos, caramelos y chocolate, y otro con fruta. No importa que digas que ya estás lleno, porque te dirán 20.000 veces que comas y te cortarán una fruta - la más grande que haya - para ti. No hay escapatoria.
Se supone que en la "nochevieja china", las familias suelen cenar desde las seis a las ocho y luego ven la televisión hasta las 12. También es costumbre hacer dumplings, que se comerán esa misma noche.
Mientras el marido amasa, la suegra rellena los dumplings |
El programa que suele verse en la televisión es una especie de "especial", grabado en distintas partes de China, que muestra desde bailes tradicionales, a óperas y artes marciales.
La verdad es que yo alucino con lo grande que es este país, las diferencias que hay entre una región y otra, y me encanta la riqueza de su cultura. A veces siento que podría vivir años aquí. Hay muchísimo que ver y que aprender.
La peque de la casa también ayuda a hacer dumplings con la tele de fondo |
Por último, te ponen un bandejazo de dumplings en la mesa y tú te comes algunos por miedo a quedar como una maleducada mientras rezas para que tu barriga no estalle.
Esta es una de las cuatro bandejas de dumplings que hicieron. Hay que decir que estaban riquísimos |
Lo bueno es que cuando te despides con un millón de gracias y un "新年快乐!!" (feliz año nuevo), puedes ir tranquilamente rodando hasta tu casa :D
Y eso es todo por hoy. Siento tardar tanto en publicar -_-.
¡Besitos!
Feliz Año Nuevo!!! Se os ve muy contentos e integrados en el país.Un abrazo.
ResponderEliminar¡Feliz año,Pepa! ^^
Eliminar¡Qué guay que os invitaran! Tiene que haber sido muy especial :-)
ResponderEliminarQué fuerte lo de los huevos "mágicos", pero supongo que el refrán "ojos que no ven, corazón que no siente" se aplica muy bien a la cocina china...
Aquí la comida, por regla general, está riquísima. Pero sí que es verdad que a veces es mejor no preguntarse cómo de limpia será la cocina del restaurante o qué parte de qué animal te han puesto para comer... jaja
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