¡Hola!
Como era de esperar, la vida sigue súper tranquila en Shanwai, mucho más incluso que el año pasado.
Poco a poco me estoy acostumbrando a estar aquí de nuevo, así que ya no me pregunto el "¿he hecho bien al volver?" que me cuestionaba tanto al principio. De hecho, he pintado casi toda mi casa y estoy comprando poco a poco cosas en Taobao para decorarla. Aún no sé si cuando vuelva a España en enero (por las vacaciones) me quedaré ya allí o volveré otra vez a China; pero teniendo en cuenta que ayer compré azulejos para el baño... creo que la decisión ya la he tomado.
Poco a poco me estoy acostumbrando a estar aquí de nuevo, así que ya no me pregunto el "¿he hecho bien al volver?" que me cuestionaba tanto al principio. De hecho, he pintado casi toda mi casa y estoy comprando poco a poco cosas en Taobao para decorarla. Aún no sé si cuando vuelva a España en enero (por las vacaciones) me quedaré ya allí o volveré otra vez a China; pero teniendo en cuenta que ayer compré azulejos para el baño... creo que la decisión ya la he tomado.
En cuanto a cosillas qué contar, el mes pasado quedamos con un chino cuya hermana Fidel había conocido en Inglaterra. Daba la casualidad que el chico vivía en un pueblo cercano a Rizhao y quiso venir a visitarnos.
Fuimos a comer a un tailandés muy bueno, en el que yo estuve una vez el año pasado - no sé si lo llegué a contar por aquí -.
Después, fuimos a la playa - a la que justo os conté en septiembre que ahora había que pagar para visitarla -.
Como el chico se empeñó en invitarnos, pues entramos. Ya os digo yo que si hubiera tenido que pagar los 60 yuanes (casi 9€) me hubiera quedado en la puerta esperándoles.
El paseo no tiene ningún cambio con respecto a cuando era gratis entrar, así que el timo es grande.
El muchacho quiso pagarnos todo, así que ese día la comida y el paseo por Wan Ping Kou nos salió por la patilla. La verdad es que con las tradiciones chinas yo me pierdo. Yo tenía entendido que cuando vas a ver a alguien, el anfitrión es el que paga - en España creo que más bien es al revés, ¿verdad? -. Así que yo le dije a Fidel que nos tocaría invitarle al muchacho y a la novia. Sin embargo, él insistió en pagar en todo momento. Yo pensaba que como era él el que venía a Rizhao, los anfitriones eramos nosotros. Pero creo que al nosotros estar en China, él se siente como anfitrión. No sé. La cosa es que no pagamos ni un yuan en todo el día.
El resto de días han sido bastante tranquilos. Me paso todas las tardes metida en la oficina y, aparte, estoy enseñando español 12 horas semanales - a partir de la semana que viene, 14 -. De estas doce horas, ocho son al primer curso, así que termino la semana con un dolor de cabeza bueno - son alumnos que no saben nada, así que el esfuerzo mental que hay que hacer para explicar las palabras en chino, inglés, y con mímica es monumental -.
Y eso es todo por hoy. En la próxima entrada os cuento qué hice el finde pasado, que me llamaron para dar clases en una guarde ^^.
Muchos besitos y gracias por leerme,
Fuimos a comer a un tailandés muy bueno, en el que yo estuve una vez el año pasado - no sé si lo llegué a contar por aquí -.
Fidel, Lola y yo con el chico y su novia |
Después, fuimos a la playa - a la que justo os conté en septiembre que ahora había que pagar para visitarla -.
Playa de Wan Ping Kou |
Como el chico se empeñó en invitarnos, pues entramos. Ya os digo yo que si hubiera tenido que pagar los 60 yuanes (casi 9€) me hubiera quedado en la puerta esperándoles.
El paseo no tiene ningún cambio con respecto a cuando era gratis entrar, así que el timo es grande.
Estilismo chino playero |
El muchacho quiso pagarnos todo, así que ese día la comida y el paseo por Wan Ping Kou nos salió por la patilla. La verdad es que con las tradiciones chinas yo me pierdo. Yo tenía entendido que cuando vas a ver a alguien, el anfitrión es el que paga - en España creo que más bien es al revés, ¿verdad? -. Así que yo le dije a Fidel que nos tocaría invitarle al muchacho y a la novia. Sin embargo, él insistió en pagar en todo momento. Yo pensaba que como era él el que venía a Rizhao, los anfitriones eramos nosotros. Pero creo que al nosotros estar en China, él se siente como anfitrión. No sé. La cosa es que no pagamos ni un yuan en todo el día.
El resto de días han sido bastante tranquilos. Me paso todas las tardes metida en la oficina y, aparte, estoy enseñando español 12 horas semanales - a partir de la semana que viene, 14 -. De estas doce horas, ocho son al primer curso, así que termino la semana con un dolor de cabeza bueno - son alumnos que no saben nada, así que el esfuerzo mental que hay que hacer para explicar las palabras en chino, inglés, y con mímica es monumental -.
Y eso es todo por hoy. En la próxima entrada os cuento qué hice el finde pasado, que me llamaron para dar clases en una guarde ^^.
Muchos besitos y gracias por leerme,
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