¡Hola!
Hace más de un mes que no escribo, madre mía. El tiempo se me pasa súper rápido aquí porque por suerte estoy siempre haciendo algo.
David estuvo por aquí hasta el 28 de febrero y dos semanas más tarde llegaron mis padres y mi hermano para estar conmigo 14 días. Como es normal, teniendo visitas no me podía poner a escribir en el ordenador y, cuando estuve sola, antes de que viniera mi familia, no me iba la VPN por lo que no podía entrar a blogspot. Tengo unas siete publicaciones retrasadas así que, si todo marcha según lo planeado, en breve espero ponerme al día :).
En mi última publicación me quedé en el viaje a Tailandia, así que continúo por ahí aunque ya han pasado dos meses de aquello.
Empiezo.
Empiezo.
En nuestro tercer día, visitamos el Palacio Real.
Uno de los edificios del recinto |
Como quedaba relativamente poco para el año nuevo chino, había muchísimos turistas de esta nacionalidad.
Bueno, había muchísimos turistas en general:
De hecho, al principio nos agobiamos porque pensamos que iba a estar todo el tiempo tan atestado de gente y que íbamos a sentir los empujones por todos lados mientras caminábamos.
Por suerte, conforme íbamos adentrándonos, cada vez había menos gente y pudimos disfrutar sin problemas de las casi cuatro horas de paseo que nos llevó ver todo.
Descalza en el interior de un templo |
Un poquito de historia: el Palacio Real empezó a construirse en 1792 y fue la residencia oficial del rey de Tailandia desde entonces hasta mediados del siglo XX.
El último rey que vivió allí murió misteriosamente en 1946 y su sucesor, su hermano - el rey actual, Bhumibol Adulyadej - decidió cambiar su residencia al Palacio Chitralada.
Como curiosidad, Bhumibol Adulyadej es el jefe de estado que más tiempo lleva en su cargo en todo el mundo - 69 años, en junio hará los 70 -. Y, por cierto, en Tailandia se le trata con una devoción total y es bastante común ver por la calle fotos de él cada 500 metros (algunas fotos son bastante subrealistas, como una en la que aparecía cambiándose de chaqueta).
Soldado tai del Palacio Real al que le saco una cabeza |
Uno de los edificios más importantes dentro del Palacio Real es el templo del Buda de Esmeralda:
Al Buda que está en su interior no se le puede sacar ninguna foto, así que sólo os puedo enseñar una que le hice de esquinilleo cuando salía del templo:
ahí lo tenéis en el centro a la izquierda |
Según la leyenda, este Buda se creó en la India y durante más de 300 años pasó por varios países hasta llegar a Bangkok. Por ello, muchos camboyanos creen que el sitio legítimo dónde debería estar es en su país; mientras que muchos habitantes de Laos piensan que debería estar en su nación.
Turistas chinos fotografiándose con un soldado. Y sí, la chica estaba posando con esa cara V_V |
Por cierto, que el Buda sólo tiene de "esmeralda" el color; está tallado en jade :).
Descansando un poquillo |
Después del Palacio Real y de la pausa para el almuerzo, fuimos a la otra punta de Bangkok a ver, entre otros, el Palacio de Dusit:
Como estábamos cansadillos y teníamos el tiempo justo - porque yo había reservado una mesa en un restaurante para cenar-, nos limitamos a hacer varias fotos y nos volvimos al hotel.
Ese día yo había reservado una mesa en Above Eleven, un restaurante de cocina fusión japonesa-peruana situado en el ático de un edificio de 33 plantas.
Plataco de sushi que nos pedimos ^^ |
Di con él en Tripadvisor, buscando un restaurante que fuera especial y no costara demasiado caro. Hice caso a los comentarios y llegamos sobre las 6, porque leí que así podría ver el atardecer de Bangkok.
vistas desde el restaurante |
La verdad que estas cosillas me dan un poco de vergüenza contarlas pero, en resumen, yo quería marcármela un poquillo con David y tener una cena románticona para los dos porque no es fácil pasar cuatro meses separados por 13.000 kilómetros. Así que, bueno, nos merecíamos un homenaje.
Tortolitos :$ |
Como ese día le dije que lo iba a llevar a cenar a un sitio chulo (soy lo peor, no sirvo para dar sorpresas porque al final lo cuento), antes de salir del hotel cogió un anillo mío de la maleta sin que yo me diera cuenta y supongo que ya sabréis lo que me propuso después de la cena... Lo dejo aquí que de verdad me da mucho corte >_<.
Si algún día venís a Bangkok, hacedme caso y reservad aquí |
Después de esa cena tan bonita, dimos un paseo por una de las zonas más comerciales de Bangkok.
Allí, visitamos el santuario de Erawan, situado al lado de un hotel de lujo. Antes de este hotel, hubo otro cuya construcción se retrasó por una serie de contratiempos, entre los que se incluye la pérdida de una carga marítima de mármol italiano y que varios trabajadores resultaron heridos durante su construcción.
Un astrólogo aconsejó que se edificara un santuario a su lado para eliminar estas influencias negativas y para alejar la mala suerte que creyó que iba a causar el hecho de haber iniciado la cimentación en una fecha equivocada.
Santuario de Erawan con una estatua de Buda en el centro (vista desde la estación del Skytrain) |
Ironías del destino, en este lugar hubo un atentado el 17 de agosto del año pasado, en el que murieron 20 personas.
Bailarinas del santuario descansan |
Al día siguiente, cogimos el avión dirección Chiang Mai, pero eso ya lo cuento en mi siguiente publicación.
¡Muchas gracias por leerme!
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